La situación actual ha hecho que cambien nuestras preferencias en el día a día. Estábamos acostumbrados a comprar con mucha facilidad. Y quizás es el momento de pararse y ver todo lo que tenemos en nuestro armario y en los trasteros guardados. Hay infinidad de prendas que tenemos que seguro podemos sacarles una nueva vida. Revisar y ver qué desechamos definitivamente y qué volvemos a colgar en el armario es fundamental para saber después qué comprar con acierto.
Este ejercicio es importante. Económicamente es conveniente controlar el gasto en ropa y accesorios. Ya que es muy fácil caer en la tentación de la «fast fashion» o moda rápida. En ella nos podemos volver casi adictos a las novedades, lo cual puede llegar a suponer un problema en nuestros bolsillos. Una práctica que recomiendo es que anotemos cada mes una lista específica de gastos en moda (ropa, accesorios, calzado). Y al final de mes podemos ver qué hemos gastado en cosas que igual no nos eran tan necesarias. Sobre todo al final del año, cuando hagáis el cómputo global, os podéis asombrar de la cantidad que os habéis gastado en moda.
La idea para tener un armario bien pensado es saber distinguir prendas qué van a tener vida en el tiempo. Que nos gusten por supuesto. Siendo ese el eje principal del armario, si bien podemos completarlo con prendas de tendencia, importante, que nos favorezcan. Si no nos quedan bien, por muy de moda que esté, hay que descartarlas.
Ejemplo de combinación de prendas reutilizadas con prendas de temporada es el look de hoy. Compuesto por camiseta y pantalón vaquero flare en color crema vainilla. Cardigan rosa. Y deportivas de rejilla en color crema vainilla también. ¿Sabríais decirme qué es lo nuevo y qué no? Esa es la clave. Si tenéis dudas para saber cuales son esas prendas ideales en nuestro armario entonces quizás sea momento de contar con una asesora de imagen.
Gracias por vuestra visita.