En pleno verano, con el calor y la temperatura alta, lo que más apetece es estar fresquita y cómoda. Por ello, una de mis prendas favoritas en verano son los vestidos. Tenemos en el mercado de todos los estilos, ideal para adaptarlos a todas las morfologías. Hay distintos largos, según nos apetezca un estilo u otro. Me encantan los vestidos largos hasta el tobillo con sandalias planas estilosas, tan cómodas después de un largo día.
Pero hoy nos vamos a fijar en los vestidos cortos, mas o menos entallados, según queramos marcar silueta o jugar con el volumen. Ambas posibilidades las tenemos disponibles en todas las webs. Y lo que más gusta del largo de estos vestidos es la posibilidad de lucir nuestras piernas bronceadas.
El calzado es libre, al gusto y comodidad de nuestros pies, planas bonitas, unas cuñas graciosas, o si es un look nocturno o de fiesta, y queremos sofisticarlo, unos tacones son ideales para alargar y estilizar la figura.
Hoy, paseando por Marbella, llevo un vestido cortito, muy cortito, en tonos turquesas, crema y chocolate, con silueta definida. Unos shorts de hilo color crema. Unas sandalias con diseño de cuerda. Y unas gafas blancas cuadradas grandes. El look que llevo es ideal tanto para el día, como para la tarde-noche.
Gracias por vuestra visita.
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