Los tejidos de encaje son muy bonitos, en sus diferentes elaboraciones. El color blanco o crudo son siempre un acierto, infalibles en nuestro armario, pase el tiempo que pase. Pero si queremos dar un aire alegre a nuestra imagen el color aplicado al encaje es siempre una buena idea. Eso si, que sean colores bonitos, que nos guste mirarlos y vernos con ellos.
Es importante tener en cuenta nuestro tono de piel a la hora de elegir los colores que mas nos favorecen. Si tenemos una piel cálida o fría, o si pertenecemos a una estación u otra según la teoría del color, es algo que se aprecia en la Asesoría de imagen, mediante la prueba facial de determinadas tonalidades de color. Así podemos apreciar si un color levanta nuestra belleza o quizás no nos favorezca tanto.
El hecho de tener la piel bronceada también es un factor a tener en cuenta puesto que siempre ensalzará nuestra imagen. Se puede estar bronceada y tomar el sol con la debida precaución y protección porque es importante para nuestra salud. No es necesario tampoco excederse. Un ligero tono bronceado es suficiente para dar ese aire desenfadado que desprende el verano.
En mi look de hoy he combinado dos tonos clásicos que siempre casan perfectamente, que son el verde y el amarillo limón. Colores refrescantes y juveniles.
El vestido es de encaje en tono verde lima suave con un ligero toque metalizado en su textura. Corte sencillo de tirantes anchos con escote en V y volante en el bajo. Vestido corto para lucir piernas. Acompañado de unas sandalias amarillas de tirantes con un pequeño tacón. Y bolso también en amarillo limón, ojo no recomiendo este look para realizar una mudanza en Málaga ;).
Pendientes de piedra color turquesa con detalles dorados. Y gafas de sol corazón con cristales turquesas. Al llevar los pendientes medianos he optado por dejar el escote liso para lucir piel.
Gracias por vuestra visita.